Un entorno único, a escasos metros del Teatro Cervantes de Málaga, le confieren un carácter especial. Sus tres plantas y su cubierta están perfectamente integrados en la trama urbana de la ciudad. La rehabilitación fue integral, desde los muros de carga y forjados, finalizando por las carpinterías exteriores.

Todo el edificio se organiza en torno al patio central, de dimensiones reducidas, a través del cual una galería y la escalera llevan a todas las estancias de las diferentes plantas. Se utilizaron materiales procedentes de derribos de edificaciones similares, como tejas, vigas de madera, barandillas metálicas, puertas y ventanas de madera. Todos estos materiales fueron seleccionados y recuperados.